El fin de
semana anterior pude hacer una de mis actividades preferidas por excelencia,
ver películas en la tranquilidad de mi habitación; es ahí cuando la compañía se
hace invisible porque sencillamente entro en el nuevo mundo que estoy dispuesta
a entregarle mi tiempo.
La película de
este fin de semana me ha estado persiguiendo por mucho tiempo pero simplemente decidí
ignorarla, quizás si me topaba con el tráiler me capturaba la
historia mucho antes. Pero después de leer el blog de una de mis escritoras preferidas, vi
que utilizaba de referencia una imagen de esa misma película, pensé:
Suficiente, tengo que verla. (Aunque antes preferí hacer una recopilación de información
sobre la misma).
Claramente
no cometí un error, Eternal Sunshine of the Spotless Mind (Eterno resplandor de
una mente sin recuerdos) es una de las mejores entregas cinematográficas que he
visto, ¿Loca? Si, ¿Rara? Por su puesto, ¿Confusa? También, pero vale la pena
sentarse a tratar de entender esa locura. Si no la han visto, cuidado,
cualquier cosa que pueda escribir de aquí en adelante puede ser un SPOILER.
En realidad
me identifique con el personaje de Kate Winslet, tomar la decisión de borrar
cualquier recuerdo de la persona de cual en algún momento estuviste enamorada
no debe ser sencillo, pero… si te ayuda a sentir alivio ¿Lo harías?
Probablemente estés pensando que si, y pues al momento de ver la película yo también
lo pensé “Quizás borrar el recuerdo hubiese sido muchísimo más sencillo”. Pero
el destino es implacable, te puede reunir con la persona en cualquier momento
de tu vida y tu sencillamente no vas a saber a quién tienes delante de ti; y me
pregunte: Si yo me hubiese sometido a ese tratamiento, y esa persona que quise
borrar se cruza en mi vida nuevamente ¿me enamoraría como la primera vez?. Es
muy probable que sí, porque en el corazón no hay máquina que gane.
La situación
importante de todo es que sería tropezar con la misma piedra nuevamente, no aprendería
de mis errores y estaría en un callejón sin salida. Por alguna razón la memoria
siempre está, para poder aprender y avanzar, no para lamentarse ni para
arrepentirse.
Moraleja: Borrar la memoria no manipula lo que tu corazón ya decidió.
@mcvalbuena