Entonces estás exactamente en ese momento que creías que nunca iba a llegar, todo está tranquilo, vives por ti, ya lo demás no es tan importante, te enfocas en lo que realmente debe importar y no en el que no quiere ser importante en tu vida...
Comienzo:
A veces tienes momentos que se pueden convertir en días, meses o años en tu vida en los que ves todo negro, intentas colocarte una sonrisa que no quieres mostrar, hasta llegar al punto que de verdad te crees la sonrisas. Es cuando no sabes si de verdad eres feliz o lo estás pretendiendo de tan buena forma que te confundes.
Justo en ese momento crees que no vas a salir de ahí...
Pero aunque se lea un poco trillado y no creas que vaya a pasar, si pasa... Porque llega un punto en que te cansas de esperar, te cansas de seguir mal por alguien que ni-fu ni-fa en tu vida. Alguien que te superó muchísimo antes de que tu pensaras en superarlo.
Replantéate todo... re nace, re vive... Yo me vi obligada a hacerlo. Y cuando estaba en ese proceso, apareció, para acabar con mi poca paz interior, perturbando y atrasando mi meta. Para nada, para desaparecer como si nada hubiese existido, haciendo confuso todo lo que había pasado. Lleno de arrepentimientos de mentira.
Ahora me volteo a ver lo sucedido, me río con un poco de decepción. Pensando si alguna vez le llegará a pasar y con quién. Pensando si el karma hará algo con él o si simplemente debería no importarme. Porque en realidad se puede perder a alguien sin en realidad tenerlo.
Quise saber que fue de su vida, pero él de la mía no. Definitivamente fue el amor más cobarde que podré tener. Pero así fue el mío.
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