Selfiemanía

Ahora salió una nueva noticia que tienen a todos un poco consternados; sabemos que todo en exceso es malo pero… ¿En serio creen que tomarse selfies es una enfermedad mental?, no lo logro entender. Lo mejor de todo el tema es que tiene nombre y se le llama “selfitis”, y según los expertos es un trastorno de deseo compulsivo de tomarse fotos a uno mismo.

Particularmente, no estoy de acuerdo con ese estudio, a mi me encanta tomarme fotos a mí misma y no quiere decir que tenga un autoestima bajo o desee ser aceptada por alguien más a través de mis redes sociales.

Creo que tienen que bajarle un poco a la intensidad con este tema; al menos en mi caso me encanta capturar momentos felices donde la mayoría de las veces estoy sola, y creo que no soy la única en pensar que cada vez que le pedimos el favor a alguien de que nos tome una fotografía, no nos gusta, y nos toca decir “gracias” y jamás publicarla.

Quizás le esté dando demasiada importancia al asunto, pero realmente no tengo ni Selfitis Borderline, ni Selfitis Aguda, ni mucho menos Selfitis Crónica. Sinceramente soy una chica que le encanta estar por la vida tomando imágenes de cosas que deseo recordar, ya sea mi maquillaje, mi peinado, tomando un café o por la calle donde camino ¿Cuál es el problema?

Muchos pueden considerarlo narcisismo, y lo entiendo. Tiene mucho sentido. Y si me toca aceptar que soy narcisista, podría decir que un poco sí lo soy. Pero me parece que primero nos tenemos que gustarnos nosotros mismos para querer a alguien más, no le veo lo malo. Por los momentos no tengo otra preocupación en la vida que yo misma, mi vida, mis cosas, mi trabajo, mis ahorros. Tengo que disfrutar mientras mi mundo gira alrededor de mí, pues ya me tocará que gire alrededor de otra persona.

¿Qué tiene de malo presumir que me gradué? ¿Qué tiene de malo presumir que cambié mi cabello? ¿Qué tiene de malo presumir que salí a comer un helado? ¿Qué tiene de malo presumir que tengo un grupo fabuloso de amigos?

Me parece que lo malo viene del otro lado, la gente envidiosa que no le gusta aceptar la felicidad de los demás. Pensemos un poco antes de juzgar a esa persona que “solo se toma selfies” y disfruten SU vida, con selfies o sin selfies.